No tener un techo comporta que la espiral de exclusión, de pobreza, de dificultades y de vulnerabilidad se acelere muchísimo y que las posibilidades de salir de esta situación sean mucho menores”. Con esta premisa trabaja LligamDona, una entidad catalana sin ánimo de lucro que acoge, acompaña, apoya y orienta a mujeres que no pueden acceder a una vivienda.

La directora técnica de la entidad, Meritxell Vegué, cuenta que LligamDona nació hace 30 años para ofrecer un espacio a las mujeres que salían de permiso penitenciario y no tenían adónde ir, con el objetivo de que este permiso fuera verdaderamente “de reconstrucción, de reinserción y de bienestar, y no de estar de nuevo en la calle”. Y es que “el hecho de no saber dónde estarás durante el día hace mucho más difícil plantearte objetivos a más largo plazo”.

Con el paso del tiempo, la organización comenzó también a acoger a mujeres que, pese a no haber pasado por el ámbito penitenciario, requerían de una solución residencial por su situación de exclusión social y, más adelante, añadieron también esta ayuda a mujeres víctimas de violencia machista, siendo ahora estos casos “los más frecuentes”. Llegir +